sábado, 9 de octubre de 2010
La luna (Pasos - Capitulo seis)
Una brisa acaricia mi rostro y me despierta con suavidad recordándome momentos que ya forman parte del pasado. Aun es de noche, todo permanece en calma y las nubes ya no cubren el cielo. La descubro observándome, vestida de blanco, como una princesa paseando por un jardín de estrellas, en un cielo donde solo ella podría existir. Mi corazón se acelera marcando el ritmo de un reloj que ahora no parece correr, los segundos se vuelven minutos y los minutos horas, la observo casi hipnotizado, perdido en un mundo en el que solo ambos existimos, soñando con estirar la mano y alcanzarla, sentir su calor, agarrarla y no permitir que me la arrebaten. Me incorporo y veo su reflejo sobre el agua, intento acariciarla y su imagen se escurre entre mis dedos que añoran un tacto que nunca sintió. Retiro la mano y la vacua ilusión de su cercanía, representada mediante un reflejo intangible, va volviendo a aparecer ante mi haciéndome volver a la realidad. Te vuelvo a mirar y me pregunto si pensaras en mi o me añoraras, si me observaras en mi lucha, en mi viaje, si cuidaras de mi mientras sueño contigo. Te vuelvo a mirar y solo deseo que tu reflejo se vuelva real. Te vuelvo a mirar y me conformo con soñar.
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